En las farmacias dispensamos muy a menudo medicamentos para los ojos, principalmente en forma de colirios o pomadas oftálmicas. Es importante saber cómo utilizar colirios y pomadas oftálmicas, ya que el ojo humano es un órgano muy complejo y delicado. Aquí resumiremos las principales patologías del ojo que pueden ser tratadas con medicamentos dispensados en la farmacia, así como su correcta forma de utilización.
El ojo humano
Los ojos son los órganos principales de la visión. Cada ojo se compone de varias estructuras, incluyendo la córnea, la pupila, el iris, el cristalino, la retina y el nervio óptico. Estas estructuras trabajan en conjunto para captar la luz, enfocarla y convertirla en señales eléctricas que son transmitidas al cerebro. El sistema visual es complejo y se basa en la interacción de múltiples estructuras para proporcionarnos la capacidad de ver y comprender el mundo que nos rodea.
Principales patologías oculares
Las enfermedades oculares pueden afectar diferentes partes del ojo y tener diversas causas. Entre las más habituales tratadas con medicamentos se encuentran el glaucoma, las conjuntivitis y la sequedad ocular.
El glaucoma es una enfermedad que daña gradualmente el nervio óptico, generalmente debido a una presión ocular elevada. Si no se trata, puede conducir a la pérdida de la visión de forma permanente.
Puede no presentar síntomas en sus primeras etapas e inicialmente es tratado con colirios para disminuir la presión intraocular, siempre recetados por el oftalmólogo.
Conjuntivitis: También conocida como «ojo rojo», es una inflamación de la conjuntiva, la capa delgada y transparente que recubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados. Puede ser causada por infecciones virales o bacterianas, alergias u otros irritantes. Tratada con colirios que contengan antibióticos, corticoides, antialérgicos o lubricantes según sea su causa.
Sequedad ocular: ocurre cuando el ojo no produce suficiente cantidad de lágrimas o las lágrimas se evaporan rápidamente. Puede causar molestias, enrojecimiento y visión borrosa. Las lágrimas artificiales son frecuentemente utilizadas para tratar la sequedad ocular. Estas gotas lubricantes pueden ayudar a mantener los ojos hidratados y aliviar la sensación de sequedad y malestar.
Existen muchas otras patologías del ojo, entre las que podemos destacar las cataratas, la degeneración macular y la retinopatía diabética.
Las cataratas se producen cuando el cristalino se vuelve opaco, afectando la visión. Las cataratas Suelen asociarse con el envejecimiento, pero también pueden ser causadas por lesiones o enfermedades. Puede tratarse con cirugía.
La degeneración macular es una enfermedad que afecta la mácula, la parte central de la retina. Es una de las principales causas de pérdida de visión en personas mayores de 50 años.
La retinopatía diabética aparece cuando, debido a la diabetes, se produce daño en los vasos sanguíneos de la retina, lo que puede provocar pérdida de la visión si no se controla adecuadamente.
Estas son solo algunas de las enfermedades oculares más comunes, pero existen muchas otras condiciones que pueden afectar la salud ocular. Es importante consultar a un oftalmólogo regularmente para un diagnóstico adecuado y un tratamiento adecuado en caso de presentar algún problema en los ojos.
Algunas de estas patologías pueden tratarse mediante medicamentos desde la oficina de farmacia, la mayoría previo diagnóstico y receta médica. Los medicamentos que se aplican directamente en el ojo pueden ser colirios o pomadas y es muy importante saber cómo utilizar colirios y pomadas oftálmicas correctamente.
Colirios y pomadas oftálmicas
Un colirio es un medicamento en forma líquida que se aplica en forma de gotas directamente en los ojos. Los colirios pueden tratar diferentes patologías oculares como las anteriormente descritas, entre las que se encuentran infecciones, alergias, sequedad ocular y glaucoma, entre otras.
Es importante seguir las indicaciones del médico o farmacéutico en cuanto a la forma y frecuencia de aplicación y duración del tratamiento. El envase debe desecharse una vez finalizado el tratamiento, no pudiendo utilizarse posteriormente aunque el no esté caducado. Debemos recordar siempre que, como norma general, los colirios no deben emplearse si ha pasado más de un mes desde su apertura, debido al riesgo de contaminación que tienen. Por eso es muy conveniente apuntar la fecha de apertura en la caja, en espacio habilitado para ello.
También debemos tener precaución al aplicar los colirios y evitar el contacto del gotero con el ojo o cualquier otra superficie para prevenir la contaminación del medicamento.
Las pomadas oftálmicas son medicamentos que se utilizan para el tratamiento de diversas afecciones oculares. A diferencia de los colirios, las pomadas oftálmicas tienen una consistencia más espesa y se aplican en el párpado o en el saco conjuntival del ojo.
Cómo se usan los colirios y las pomadas oftálmicas
Como normas generales tanto en la aplicación de colirios como de pomadas oftálmicas, se encuentran las siguientes:
– Lo primero que debe hacerse es lavarse las manos, para así reducir el riesgo de contaminación del medicamento.
– No llevar lentillas a no ser que el colirio esté indicado para usarse con ellas.
– Evitar el contacto del aplicador tanto con los dedos como con los ojos, párpados, pestañas, etc.
– No compartir el medicamento.
– Desechar un mes después de su apertura.
Los colirios suelen venir en pequeños frascos de plástico con una tapa que permite administrar una o varias gotas en el ojo afectado. Al aplicar el colirio, se inclina la cabeza hacia atrás, se tira ligeramente del párpado inferior hacia abajo y se echan una o varias gotas en el saco conjuntival, que es la parte interna del párpado inferior. Luego se cierran los ojos suavemente y se presiona el ángulo interno del ojo durante unos segundos para evitar que las gotas se drenen rápidamente hacia la nariz y garganta.
La aplicación de una pomada oftálmica se realiza colocando una pequeña cantidad de la misma en el saco conjuntival. Para ello, con una mano tiraremos suavemete del párpado inferior y con la otra aplicaremos la pomada, evitando que el tubo toque el ojo. Luego aplicaremos un ligero masaje para distribuir la pomada.
En el caso de que debamos ponernos más de un colirio, deberemos esperar 5 minutos entre la aplicación de cada uno. Si tenemos que ponerno una pomada además de uno o varios colirios, la pomada se aplicará siempre en último lugar. Si tenemos que ponernos una segunda pomada, deberemos esperar media hora antes de su aplicación.
A modo de resumen, deberemos tener en cuenta que cuando vayamos a emplear un medicamento en forma de colirio o pomada directamente en nuestros ojos, este deberá haber sido indicado específicamente para nosotros, y deberemos seguir cuidadosamente las normas de empleo para lograr el efecto deseado, teniendo especial cuidado en cómo utilizar colirios y pomadas oftálmicas de manera correcta.
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